ERICA MURIEL

Autor: Erica Muriel
Título: Vicente López y Planes. Ética y raciocinio.
Género: Historia. Biografías.
Colección: Aproximaciones
Formato: 15 x 21 cm / 128 pág.
ISBN: 978-987-1159-50-5
Edición: Marzo 2009
Observaciones: libro de peculiar estructura, las páginas impares desarrollan la vida de Viocente López, como una fiel crónica anual, en tanto en las pares, documentos, facsímiles, imágenes y el (hoy en día, casi ignorado) texto completo del Himno Nacional, acompañan la narración de alguien que fue mucho más que el autor de uno de nuestros emblemas nacionales.


1827


El 14 de julio el «British Packett» hizo esta nota: «Comentamos en un número anterior que el actual Presidente de la República es el autor del Himno Nacional; un hecho que quizás no ha sucedido antes, es que la más alta jerarquía de una nación esté unida a la persona que ostenta el perdurable honor de ser el poeta más popular de su país. Algunos de los poetas más eminentes han considerado este honor como el más deseable al que el amor a la fama puede aspirar. Dijo Fletcher de Soulton: ‘Dejadme componer las baladas más populares de mi país, y los que quieran que se dediquen hacer sus leyes’. La canción que compuso el presidente de la República, por sus alusiones directas a la libertad de su patria, por los sentimientos animados de entusiasmo que respira, por las emociones ardientes y cálidas que provoca y por la energía con que sus estrofas mueven los espíritus promete trasmitir el nombre de su autor a la posteridad con lustre trascendente. La idea de inmortalizarse a lo largo del tiempo en la memoria de las naciones, de dar expresión a los sentimientos y de perpetuar el nombre sagrado de la libertad entre las futuras generaciones, es una de las más halagüeñas para la mente humana. Todo hombre de genio puede desear que sus producciones sobrevivan a la corrosión del tiempo, pero un poeta patriota no aspiraría a existir después de la destrucción de la libertad de su país, al menos, ciertamente, que tuviera la esperanza de recuperar su existencia. Si llegara el momento en que el ‘Oíd, mortales, el grito sagrado’ cesara de encontrar un eco favorable en el corazón del pueblo, todavía permanecería como una sentencia condenatoria de una raza degenerada y perduraría en la voz de la tradición, como un espíritu revoloteando sobre las ruinas de su santuario, poco dispuesto a abandonar su guardia favorita.»



Un comentario no muy conocido por sus compatriotas –como es común que ocurra– hecho por un periódico extranjero, pero, cuando lo conocemos nos sentimos orgullosos de ese argentino con tan alto nivel de inteligencia. Lo idóneo del presidente provisional está relacionado con todos los conocimientos adquiridos que se consideran muy por arriba de lo común, es por eso que la gente es optimista.

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