Autor: Gerardo Marcelo MartíTítulo: El fracaso de Cisneros y la Revolución de Mayo.
Género: Historia. Biografía
Formato: 15 x 21 cm / 384 pág.
ISBN: 978-987-1159-88-8
Edición: Noviembre 2010
Observaciones: ¿Estaba preparado Cisneros para el papel que tenía que asumir? Su capacidad como militar lo hacía un guerrero idóneo, pero la autoridad que él encarnaba estaba en entredicho… […]
El análisis de los sucesos de Mayo, que hace Martí, asentado paso a paso en una sólida documentación, le permitirá al lector seguir sin mediaciones interpretativas, que a veces terminan reemplazando la voz del protagonista histórico, los sucesos que jalonan este momento de inflexión en nuestra historia.
La acción de Cisneros, sus intenciones y preocupación en tal situación, es fundamental. La documentación consultada es en varios casos prácticamente inédita, por lo poco conocida y tratada. Las palabras de Cisneros –en Memorias de los Virreyes– en sus informes de la situación, o la certificación de lo sucedido en la semana de Mayo, que pide a la Junta de gobierno que lo ha reemplazado, son elementos que no deberían ignorarse al tratar este período histórico.
Como las otras obras de Martí, el análisis de los sucesos históricos es acompañado y confrontado con la interpretación que diferentes historiadores han hecho de este período. Trabajo de compulsa historiográfica que no obscurece el tratamiento de los hechos sino que permite alumbrar los mismos desde diferentes ángulos. […]
[Fragmento de la contratapa]
El encuentro entre Liniers y Cisneros
Como hemos dicho, Cisneros había sido nombrado sucesor y en virtud de esto llegó al Río de la Plata, pero los acontecimientos ya adelantados en torno a las actividades de los criollos en Buenos Aires y a los cuales nos referiremos con mayor detalle posteriormente en todas sus facetas, provocaron bastante recelo en el nuevo virrey, de suerte tal que se produjo una demora en su arribo a la capital del Virreinato. Cisneros decidió en cambio llamar a los jefes de cuerpos a Colonia, lugar en que debía producirse el traspaso de poder.
En Buenos Aires, los ánimos estaban caldeados ya que existía una oposición criolla debida al plan de Belgrano que preveía que Liniers no debía declinar el poder en Cisneros. Según Martín Rodríguez, «Liniers no pudo persuadir al pueblo de lo contrario. Era la una de la noche; la casa y la calle estaban llenes de gente. Me llamó a su aposento y me dijo ‘A las cuatro de la mañana precisamente estará Ud. en el muelle esperándome’. Allí nos aguardará Romarate». Así se dispusieron las cosas para dirigirse a la Colonia y luego de algunas horas desembarcaron en la Banda Oriental dirigiéndose hasta donde se encontraba Cisneros.
El desenlace del hecho es bien transmitido por Martín Rodríguez quien agrega mayores detalles: «La sala estaba llena de jefes y oficiales de marina y «Miñones». Se hizo anunciar el señor Liniers, y salió el señor Cisneros, que estaba encerrado en un cuarto con Ruiz Huidobro, que había llegado primero que nosotros. Se abrazaron ambos, y Cisneros lo condujo al mismo cuarto donde estaba con Huidobro».
