Autor: Círculo Literario Los OlivosTítulo: Historias vicentinas
Género: Literario. Cuentos.
Formato: 14,5 x 20,5 cm / 160 pág.
ISBN: 978-987-26214-0-7
Edición: Octubre 2010
Observaciones: El nuevo milenio reunió a un grupo de entusiastas amigos de las letras. La heterogeneidad de sus miembros dio lugar a discusiones vehementes, en las cuales se comparaban los mundos de Borges, Cortázar o García Márquez.
La misma pasión originó este libro, un feliz compendio de las ilusiones de Ruth, Edgar, Ana María, Laura, Cris y José María.
El Círculo Literario Los Olivos presenta su primera obra grupal.
[…] —Señora, ¡míreme! –dijo el muchacho retirando su capucha.
La mujer quedó sorprendida por la mirada chocolate que alzaron la suya con piedad y selló los párpados a merced del desconocido. «Por lo menos es joven y hermoso, ya está, me atrapó, ahora me arrastra al baldío». Pensó rendida ante el hecho por venir. El chico de ojos preciosos, la alzó como una novia en la puerta nupcial. «Me va a violar, Dios mío, pasar por esto a los cuarenta, mejor ni grito, si acude algún vecino se enteraría mi hija, ¡No! ¡No!, lo más razonable es colaborar para que no me lastime, bastante tengo con el dedo ¿Usará preservativo?».
—Ya llegamos señora –dijo el verdugo.
—No entiendo, ¿como sabés dónde vivo?
—Si saludara a sus nuevos vecinos, sabría que vivo en la casa del frente. […]
La mujer quedó sorprendida por la mirada chocolate que alzaron la suya con piedad y selló los párpados a merced del desconocido. «Por lo menos es joven y hermoso, ya está, me atrapó, ahora me arrastra al baldío». Pensó rendida ante el hecho por venir. El chico de ojos preciosos, la alzó como una novia en la puerta nupcial. «Me va a violar, Dios mío, pasar por esto a los cuarenta, mejor ni grito, si acude algún vecino se enteraría mi hija, ¡No! ¡No!, lo más razonable es colaborar para que no me lastime, bastante tengo con el dedo ¿Usará preservativo?».
—Ya llegamos señora –dijo el verdugo.
—No entiendo, ¿como sabés dónde vivo?
—Si saludara a sus nuevos vecinos, sabría que vivo en la casa del frente. […]
