Título: Alas de cera
Género: Literatura. Novela.
Formato: 16x23 / 248
ISBN: 978-987-1818-10-5
Edición: Septiembre 2011
Observaciones: […] En este libro
de nueve capítulos se deslizan personajes coloridos dentro de países lejanos.
Sorpresivamente,
a medida se avanza en la lectura, todos resultan conectados entre sí. Mitos,
leyendas, vidas, oficios y destinos enlazados en el exilio y unidos por el
afecto y el respeto mutuo.
Amor,
desaliento, esperanza, y nostalgia hábilmente pintados nos sumergen en las
historias narradas...
[…]Esa noche
el doctor hace guardia en el hospital hasta la madrugada. Cuando abre la puerta
y la ve tan quieta, acurrucada como un feto, los brazos delgados abrazando un
vientre redondo como de embarazo no precisa ponerle el dedo en la yugular para
constatar el estado. Su mujer desnuda lleva horas de muerta.
Cuando una
persona sufre un choque emocional muy fuerte puede reaccionar y actuar de forma
sorpresiva. Eso pasa con el doctor y la finada.
Nadie lo ve
llorar. A solas con Guadalupe coloca debajo del cuerpo el tapado de marta
cebellina. Abre una botella de whisky escocés y empapa la piel. Acomoda el
cuerpo con las manos apoyadas sobre el pecho y la rocía delicadamente con el
líquido que la llevó a la muerte. Se detiene en la nariz. En los labios. Una
oleada que llena de pavor al cura y coloca agujas en la boca de las
criticadoras. Mientras dura el velorio al que asiste toda la sociedad y se
cuelan curiosas de barrios aledaños, en el otro cuarto el fonógrafo del perrito
suena manejado por la mano de las mucamas de allende los mares la canción que
Guadalupe canturreaba. La que le recordaba París. Velorios hay muchos. Muertos,
a cada rato. Guadalupe estuvo pocos años con ellos. De todo lo que hizo esta
caída de telón sobre sus actuaciones, su velorio, fue lo más notable. Sale a
relucir cuando las damas sobrevivientes toman refrescos o miran pasar la
solitaria figura del Doctor. […]